La derrota Alemana y el fin de la Guerra en Asia.

La declive de Alemania comenzó en 1945 cuando los soviéticos alcanzaron el río Oder a unos 150 km de Berlín, como estos estaban prácticamente rodeados, se centraron en resistir para que los anglo-americanos llegaran antes a la capital que los soviéticos. Los civiles, con pánico a morir por los ataques, huyeron a la zona occidental. El 13 y 14 de febrero de ese año, unos mil aviones ingleses y estadounidenses destruyeron la ciudad de Dresde, donde murieron entre 35.000 y 70.000 personas. Más tarde bombardearon otras ciudades.

Hitler insistió en resistir a toda costa y no rendirse de ninguna manera. Para ello mandó al ejercito a todos los hombres alemanes entre dieciséis y sesenta años, incluso introduciendo al combate a niños de las juventudes Hitlerianas, donde algunos solamente tenían 14 años. Mientras tanto, el ejercito ruso se acercaba con muchos efectivos a Berlín. 

En abril de 1945 los aliados alcanzaron la línea del Elba, en tanto que los rusos, una vez cruzados los ríos Oder y Neisse, se hallaban a las puertas de Berlín.

Las tropas soviéticas tomaron el Parlamento alemán (Reichstag) y rodearon la Cancillería. El día 30 de ese mes Hitler se suicidó en un búnker, viendo que la guerra estaba totalmente perdida para el III Reich. En su último testamento, Hitler nombró a sus sucesores: el almirante Karl Dönitz como el nuevo Reichspräsident (Presidente de Alemania) y al Ministro de Propaganda Joseph Goebbels como el nuevo Reichskanzler (Canciller de Alemania),aunque este último se suicidó junto su mujer e hijos. 

El día 7 de mayo de 1945 en Reims (Francia) el general Jodl firmó la capitulación de toda Alemania, ante el general Eisenhower; el día 8, en Berlín, el mariscal Keitel hizo lo propio ante los soviéticos, representados por el mariscal Zhúkov. La guerra, sin embargo, aún no había concluido, pues en Asia los japoneses seguían resistiendo.

La guerra para Mayo de 1945 había acabado en Europa y ya todos los esfuerzos estaban centrados en Asia, es decir, Japón y las islas del gran Pacífico sur. Los aliados occidentales desde tiempos anteriores venían planeando una invasión a las islas continentales de Japón, pero esto traería grandes repercusiones por la gran cantidad de dinero que habría que gastar para ellos, además de esto se necesitaría 5 millones de tropas aliadas para la invasión, con la aproximación de 1 millón de muertos para el final de la invasión. Así que para evitar estas consecuencias, los aliados lanzaron un ultimátum a los japoneses sobre la rendición incondicional del Japón, pero como era de esperarse los asiáticos no aceptaron.

El plan Manhattan se venía trabajando con científicos estadounidenses, británicos y canadienses en la construcción de una bomba con capacidad para destuir una ciudad entera. Este plan consistía en bombardear las principales ciudades de Japón para que estos se rindieran. El 6 de Agosto de 1945 se lanzó la primera bomba sobre Hiroshima y tres días después la de Nagasaki, a los dos días Japón presentó su rendición ante los aliados: La guerra había acabado en su totalidad. Con el fin de la guerra en Asia la guerra acabó y Japón tuvo que someterse a los tratados de los norteamericanos, sobre como gobernar el país asiático durante los siguientes años y no poder tener ejército para la nación, además no poder desarrollar programas de armas nucleares.

Así acabó la guerra en Asia.